10 Feb “La belleza de la porcelana” entrevista con Lucía Pol
A principios de este mes, tuve el placer de entrevistar a nuestra talentosa ceramista Lucia Pol para aprender más sobre sus técnicas de trabajar la porcelana. Mientras nos sentamos en el luminoso espacio de entrada de 137º Ceramic Art Studio , Lucía está rodeada por su obra, con manos y pantalones cubiertos de barro, inmersa de lleno en su proyecto artístico. Se la ve alegre, radiante, y empezamos a charlar sobre flores y la llegada de la primavera.
¿Cuál fue tu inspiración para el proyecto del plato, cómo empezó todo?
Este proyecto se enmarca en ‘Anima Mesa‘, que es un proyecto más grande, se trata de crear juegos de vajilla personalizados para familias y tratar de llevar a la mesa los símbolos y elementos que unen a la familia en primer lugar, históricamente. Este plato en concreto es para una familia alicantina, y tienen una historia muy interesante, ya que vivieron la Guerra Civil española. Debido a esto, la familia quedó muy dañada, empezaron a pelearse y se separaron. Años después de la guerra, comenzaron a trabajar en el jardín de una tierra enorme que se dividió entre varios hogares. Fue trabajando en este jardín y cultivando, dándole nueva vida, que comenzaron a sanar sus heridas emocionales. La idea del juego de vajilla es llevar el jardín a la mesa.
¿Por qué eliges la porcelana entre todas las variedades de arcilla?
He trabajado con la cerámica en Venezuela desde que era niña y la porcelana no es fácil de encontrar. Luego, cuando llegué a Barcelona e hice un posgrado en la Escola Massana, descubrí este maravilloso material. Me enamoré de su personalidad, creo que es una mujer, en español se dice ‘la porcelana’, pienso en ella como si fuera una amiga. Pasa de ser súper húmeda, súper suave y flexible, a estar absolutamente agrietada y seca en pocos segundos. Pero en este proceso, en su ritmo, las texturas que obtienes son tan hermosas, tan asombrosas. Después de entrar en el horno, tengo la sensación de que cada objeto encuentra su propia forma, ella encuentra su forma dentro del objeto. Soy una recién llegada a la porcelana, así que ella es la jefa, siempre cometo errores, pero estoy realmente enamorada de su apariencia y comportamiento.
¡Las texturas y formas son simplemente increíbles! Cuéntanos cómo creaste todos los elementos individuales del plato.
Entre todas las técnicas de trabajar la porcelana, esta la llamada “slip-dip”. La barbotina es porcelana líquida, formada por un polvo que se mezcla con agua en una medida muy precisa. Tomé plantas y flores reales y pequeños frutos, los sumergí en porcelana no solo una vez, sino 11, 12, 13 veces, para que la capa se espese. Hice eso con cada planta y luego las pase por el horno. Por supuesto, muchas de las cosas se destruyeron, pero algunas sobrevivieron al fuego y estas son las formas que ves. Luego hice el plato a partir de un molde de un plato sencillo que compré. Quería tener ese plato ovalado, porque la familia de la que hablo come normalmente en estos platos de forma ovalada. Organicé las texturas que habían sobrevivido en el plato y luego, usando una pistola de esmaltar, la esmalté y cocí a alta temperatura.
¿Cuál fue la etapa más desafiante del proceso?
Fue un proceso largo hacer la técnica de slip-dip con cada textura. Cuando se seca, la porcelana se encoge, por lo que es solo cuestión de minutos hasta que la sumerjas una y otra vez. Lo más desafiante es encontrar el momento oportuno, como para todas las demás técnicas de trabajar la porcelana. Se trata de volver a tiempos cuando se vivía más despacio, de manera más presente. Hoy en día vivimos en un mundo en el que se puede cocinar una sopa (que normalmente tarda horas en cocinarse) en cuestión de minutos. Entonces esperas que todo sea tan rápido como eso. Todo se hace usando el microondas, pero el ritmo de tu cuerpo no está hecho para eso. Entonces sufrimos, al menos yo sufro mucho con este ritmo rápido. La cerámica te obliga a volver a un tiempo más orgánico y más lento. No es fácil, es muy difícil. Ella no habla, pero es decidida. No puedes cambiar una grieta si ella así lo ha decidido. Entonces mi desafío es ir más despacio y aprender su idioma y aprender a escucharla, y eso requiere de mi silencio y de mi atención.
Gracias Lucía por ser parte de la comunidad artística de nuestro estudio.
Escrito por Freya Saleh