Tocar la arcilla con el alma

Tocar la arcilla con el alma

Conocer a una ceramista como Şirin Koçak es una experiencia transformadora.

Es habitual compartir con otros ceramistas información técnica sobre los procesos cerámicos que desarrollamos. Muchas veces vemos la práctica cerámica como un ejercicio productivo que busca cierto grado de eficiencia. A veces estamos tan enfocados en un resultado concreto que la práctica se convierte en una lucha de dominación del material, cosa que está bien y es entendible pero que Şirin Koçak trasciende hermosamente.

Ella nació y creció en Bulgaria pero tuvo que emigrar a Turquía. Este tipo de movimientos geográfico-vitales, supone para cualquier persona la pérdida y duelo del status quo. Atravesar este proceso puede llevarnos décadas y cada quien desarrolla su propio sistema interno para procesar la pérdida y volver a empezar.

Şirin nos comenta que hasta la manera en que las personas en su nueva tierra se abrazaban y expresaban afecto era diferente a lo que ella conocía; por lo cual incluso ‘leer’ el amor supuso un esfuerzo de adaptación, supervivencia y aprendizaje en su historia personal.

En ese proceso, un muy buen día ella descubre la arcilla. Me habría encantado poder filmar la manera como ella cerraba los ojos y recreaba con sus dedos ese primer encuentro mágico con este material que nos une a todos nosotros en comunidad: la cerámica.

‘Sentí que con la arcilla podía tocar mis sentimientos, darles forma fuera de mí. La arcilla, su suavidad y plasticidad eran una extensión de mi piel, de mis dedos y mis sentimientos’. Explicaba Şirin con una dulzura que traspasaba la pantalla de mi ordenador y se instalaba en mi corazón.

A partir de ese momento se empezó a tejer un diálogo entre ese universo interno e inicialmente adolorido de Şirin y la arcilla.

Hoy en día, ella no busca imponer una forma arbitraria al material sino que inicia una conversación más allá de lo verbal entre su mundo interno y el cuerpo blando del barro hasta conciliar un gesto que repetido N veces transforme naturalmente la materia mientras ella va expresando lo que siente, creando texturas únicas y sumamente orgánicas. Ella hace cerámica como quien danza y como la misma naturaleza va creando pulso por pulso la infinita variedad de formas y texturas que nos rodean.

Finalmente, sus piezas y conjuntos de piezas, son vestigios de sus sentimientos en momentos muy específicos de su historia y aunque solo ella conoce las anécdotas que las originaron, todos podemos relacionarnos con sus esculturas desde el simple sentir universal.

Şirin Koçak es parte de nuestro equipo de tutores para la Escuela de Verano 2022. Apúntate este maravilloso proyecto si quieres profundizar en el decorado de tus piezas, no solo porque aprenderás montones de técnicas obviamente, sino porque contactarás con aquello que te habita y que te hace único para manifestarlo en tus creaciones.

 

Escrito por Lucia Pol